La Vira Vira 6L 6b+/5.10d en la Sierra Nevada
El escalador venezolano Cheo García (Climtepuyes.com) nos relata una aventura de 220 metros sobre granito parameno, donde nos da su punto de vista de la escalada en la zona y sus experiencias en la vía La Vira Vira 6L 5.10d
“El Mucumpisito es una de esas moles de granito que yacen erguidos para la escalada desde hace tiempo. En un contacto por mail con Manuel Alfonzo mejor conocido como el «El Flaco Manolo», el nos cuenta que en este sitio se escala desde los años setenta y uno de los pioneros en la zona fue el escalador Carlos Reyes, uno de los primeros guías de Mérida con incontables ascensos a la Sierra con buenos primeros ascensos. Una buena camada de pioneros escalaron en esta zona, entre los que podemos nombrar a Freddy Matos, Rolando Landaeta, Ewaldo Sandoval, Carlos Arana, entre los que figura también quien nos cuenta. El Flaco Manolo es la primera persona en sacar la primera guía de escalada de Venezuela «La Guía de escalada de la Sierra Nevada», además es uno de esos que no ha dejado de escalar, ahora residenciado fuera de Venezuela está concentrado en trabajar y hacer buenas escaladas. El punto álgido de nuestra conversación fue de como se trazaban nuevas rutas y de cómo se equipaba; en los últimos años se han abierto tres nuevas líneas y en todas se han dejado equipada las reuniones, nosotros defendemos también los itinerarios clásicos donde si puedes proteger los pasos con seguros removibles para que colocar una chapa? el hecho de colocar reuniones es con la idea de facilitar los rapeles o una vía de escape, los cuales también contribuyen a que la línea pueda seguirse de manera más fácil y rápida por otras cordadas futuras, evitando así el dejar mecates, cintas o clavos que a la largas se vuelven inservibles y caducos para la seguridad. De este sitio realmente se conoce poco, Manuel Alfonzo nos envió información de dos rutas que él conocía que existían en la montaña y nos remitió con Carlos Reyes para mayor información, el cual contactamos después de nuestra escalada y nos mostró que mucha Información ya había quedado en el olvido.
Nuestra aventura comenzó el día 16 de octubre, cuando tomamos carretera rumbo a La Puerta de Valera en el Estado Trujillo, allí pasaríamos la noche en casa de nuestro amigo Omar Gonzales, el cual sería el tercer miembro del equipo en nuestra escalada, esta parada contenía una magia oculta ya que sin darnos cuenta representaba un relax, una forma de entrar más relajado y descansado al paramo. La noche pasó con mucha lluvia y todavía parte de la mañana estuvo algo húmedo; así comenzaba la guerra en mí mente con muchas preguntas a las cuales trataba de mantenerme mente en blanco para no emitir respuestas y colocarnos en las manos de Dios: ¿será que va a llover todos los días? ¿Tendremos buen tiempo para nuestros objetivos? ¿Cómo saldrá todo? ¿cómo nos portaremos como equipo? Cercano a las 12 del mediodía con tanque full nos dispusimos hacia el páramo, disfrutamos de toda la Sierra de Santo Domingo nevada demostrando que la noche y parte de la mañana resultó ser de nieve de bendiciones. Subíamos al páramo desde Trujillo, pasamos El Collado del Cóndor (también llamado Pico El Aquila) y por fin llegamos a casa de nuestro amigo Octaviano, el cual es uno de esos parameros (termino para locales del paramo) que es difícil conseguirle un no, siempre que esté en sus posibilidades estará dispuesto a prestarte cualquier colaboración; siempre que hemos pisado la casa de nuestro amigo, recuerdo que hemos sido bendecido con una taza de café, también hemos recibido el calor de una familia a la cual pareciera que conociéramos desde hace muchos años, nunca dudo que si cualquiera de nosotros necesitáramos posada en cualquier momento el nos la daría, Octaviano es todo un gran personaje. Nuestro gran amigo nos llevó en su Vitara por la carretera que conduce a la comunidad de Piñango desde Collado del Cóndor, en total fue un trayecto de al menos 25 minutos, y en un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos cercano a las 5:30 pm, a una hora de caminata del campamento base. Nos despedimos de Octaviano y fue allí donde comenzó nuestro verdadero trabajo en campo, nos cayó la noche, íbamos realmente pesados, cada uno llevaba un morral grande y uno pequeño delante, lo que hacia la carga menos pesada, era el tiempo de caminata, se camina muy poco desde donde puede llegar el carro.
El Pico Mucumpisito (4.500 m) mejor conocido entre los escaladores merideños como El Catedral, se encuentra en el Parque Nacional Sierra de la Culata en el Estado Mérida; su acceso logístico es bastante fácil. Si tienes buen clima y tienes visual de la montaña, te puedes trazar una línea recta de caminata hacia la montaña. El campamento base es de paraíso, con frio para pingüinos. Tiene agua, sitios planos para acampar y de vez en vez te podrían visitar algunas vacas que buscan algo para sus estómagos. Para los amantes de la escalada clásica representa una tremenda opción, cuenta con una pared que te puede ofrecer entre 200 y 250 metros de escalada, puedes conseguir fisuras, diedros, extraplomos y donde si te descuidas alguna roca suelta te puede regalar alguna sorpresa. En nuestra opinión creo que llegando a la cumbre podrías bajar por detrás de la montaña sin necesidad de cuerdas, no lo hemos intentado pero se nota muy factible. Nuestro objetivo en la montaña era trazar una nueva línea, tomar algo de fotos y hacer algo de video para editar un corto para el Festival Ascenso. Esa noche que arribamos al campamento base fuimos recibidos con cielo de estrellas totalmente despejado, fue un espectáculo para la vista, pero una paliza para el cuerpo ya que había un fuerte viento que nos hacia titiritar mientras instalábamos y abríamos nuestras carpas las cuales podían salir volando antes de ser ancladas si nos descuidábamos.
Amaneció un nuevo día y mirando bien la pared, nos pareció atractiva la primera parte a la derecha de la ruta La Sur del Mucumpisito, tenía una sección de placa, una sucia fisura la cual nos pareció interesante; decidimos escalar los tres primeros largos de la ruta ya abierta y luego nos iríamos a la derecha para fijar cuerdas por la sección que escogimos. Hicimos una cordada de tres y escalamos fluidos los tres primeros largos lo que nos colocaba por encima de la primera sección la cual era nuestro objetivo. Hicimos una travesía, colocamos una reunión con friends y comenzamos a colocar lo que sería la reunión del segundo largo; se nos acababa la luz del día y solo nos dio para colocar un solo anclaje con el buril, desde este punto descendimos dejando cuerda fija la cual usaríamos para trabajar en esta sección el siguiente día. El próximo día coronamos el desayuno con las famosas plastichapas full de queso, momento el cual aprovecho Julio para dejar plasmado en fotos el canibalismo con que me las comía después de yo hablar tan mal de ellas. Este día decidimos que dos trabajaríamos en la pared, colocaríamos la R1 y el anclaje que faltaba de la R2, limpiaríamos la fisura que se escondía entre tierra y algo de vegetación y sumariamos unos dos anclajes intermedios en las zonas plaqueras, dándonos también tiempo para probar los pasos claves. El día transcurría entre bendiciones, nos turnamos el trabajo Omar y yo, mientras Julio fusilaba con su cámara desde el campamento base. Este siguiente día nos levantamos con mucha fuerza, todos a la pared, encadenamos los dos primeros bonitos largos que preparamos con tanto gusto, el segundo largo tiene unos 45 metros, transcurre por una buena fisura que se puede proteger sin problemas, tiene un paso protegido que moviendo los pies rápido se hace bien divertido, luego la última sección es una fisura para dedos que mientras avanzas se va tumbando a tu favor para así a pocos metros encontrar la R2; luego sigue un tercer largo no vertical llegando a la R3 de la ruta La Sur del Mucumpisito, seguimos el L4 y L5 que ya conocíamos y nos situamos en la base de la última sección vertical que terminaba en la cumbre. En este punto meditamos bien por donde seria nuestro ascenso, la idea era escoger alguna de las líneas fisuradas que no conociéramos. Al llegar todos a la base descansamos un poco y escogimos una línea fisurada que tenía dos diedros, este largo me pareció excelente, me generó algo de estrés su parte media ya que habían algunos bloques que si tocaba se podían despeñar al vacio conmigo al vuelo. Al final del segundo diedro me esperaba una gran repisa la cual no era la cumbre, en este punto fije reunión y me dispuse a bajar sin darles tiempo a Omar y a Julio a que subieran ya que la noche ya estaba dando sus primeros pasos.Este día ocurrió algo de bendición, a los pocos minutos de llegar al campamento se desató una tormenta, nuestra cena fue todas nuestras raciones de marcha que aún se encontraba en los morrales, las acabamos y los brazos de Morfeo nos recibieron sin titubeo. Todos los días llegamos de noche al campamento, se volvió algo normal, obviamente todo se hacía más lento ya que aún con linternas revisábamos todas las maniobras con más cuidado y atención, nuestra comunicación la ayudamos con unos radios Motorola. El cuarto y último día de escalada después de un súper desayuno comenzamos nuestra escalada cercano a las 12 del mediodía, remontamos rápido por las cuerdas hasta la última sección y repetimos en libre ese último largo, fue una escalada genial, nos situamos en la última repisa y de allí subimos los últimos metros hasta la cumbre.
Qué alegría es cumplir un objetivo, en equipo y con la ayuda de todos los amigos invisibles que siempre están para darnos asistencia. En la cumbre me acordé mucho de mi amigo Marcos Bustamante, de José Antonio Delgado «El indio», de Sebastián Villafañe y de José Luis Pereyra los cuales dejaron grandes huellas, ahora yacen en otras dimensiones continuando su evolución y esperando dar asistencia a quien la necesite”.
Autor Cheo García
Fotos: Julio Méndez y Cheo García
Fuente Climtepuyes.com
1 COMMENT
Carlos A. Lacruz
30/04/2012 at 09:46Que tal hermano le habla uno de los ultimos pupilos-dicipulos de nuestro Apreciado Sebastian Villafañe en la oportunidad para felicitarles por sus buenas maneras y o formas de recordar a nuestro escalador de la era de oro como yo les llamo, recordando tambien las ultimas vias abiertas por nosotros como lo son la piramide del quetzal allá arriba subiendo por la laguna coromoto, la via abierta arriba por el collado llamada asi por nosotros el vuelo del condor algo parecida a el vuelo del halcon allá en Suesca Bogota, recordando tambien la primera repeticion hecha a Estrella Fugaz allá en el Auyantepuy Salto Angel siendo esta una repeticion a la via del finao (como le dicen aqui en merida) al ya desaparecido José Luis Pereira siendo esta repeticion una de las escaladas de mas riesgo ya que fué un record batido cosa que muy pocos los sabemos fue el gran big wall para tres dias con sebastian villafañe, José Montero y mi persona Carlos Lacruz el Chino.
vale hermano por si quisiera contactarme y hablar hacer un intercambio de material fotografico alli les dejo mi direccion carloslacruzhtc@gmail.com
que la vida me los bendiga…..