Equipo Brasileño – Venezolano en la Cóncava del Salto Ángel
Esta expedición Tepuyera Brasileña – Venezolana ha sido el primer equipo completamente americano que ha escalado la Cóncava del Salto Ángel, recordemos que cuando se liberó por primera vez la Ruta Directa de Gálvez y Madinabeitia, donde nació Raimbow Jambaia, un equipo ingles liderado por Jhon Arran, unió fuerzas con el equipo venezolano formado por Alfredo Rangel “Yupi” e Iván Calderón “Krispin”, para acometer la pared, también se registra la participación del venezolano Igor Martínez en la expedición liderada por Arnaut Petit en el 2006. Este ascenso brasileño representa la cuarta vez en la historia que este extraplomo de casi 1.000 metros, es escalado, el cual está considerado como uno de los Big wall más difíciles del mundo.
La expedición fijo sus campamentos en pared en tres de los cinco lugares de la vertical, en repisas naturales, y con sus portaledges, las repisas les regalaban buenos sitios para sentarse, cocinar y hasta para fijar su lugar para hacer sus necesidades las cuales depositaban en bolsas de papel biodegradable la cual remolcaban.
Los brasileños José Luiz Hartmann “Chiquinho”, Edmilson Padilla “Ed”, Sergio Tartati “Serginho” y Valdesi Machado “Val”, que tienen consigo una gran experiencia, y han escalado el Fitz Roy, el Cerro Torre, El Capitán y la Torre del Trango, han coincido unánimemente en que la escalada al Salto Ángel ha sido lo más difícil que han escalado en sus vidas.
Su escalada les tomó 17 días, los primeros cuatro los utilizaron para escalar los primeros 370 metros, mientras dormían en su campamento en la base y fueron los restantes 13 días que durmieron suspendidos en la vertical, en las repisas naturales y en las repisas portátiles al lado de la caída de agua más alta del mundo; “El Kerepacupai Vena” o “Salto Ángel”.
La expedición estableció el primer campamento en la pared a 370 m de la base (a 1.350 msnm), el segundo a 540 m. de la base (a 1.520 msnm) y el tercero a 670 m de la base (a 1.650 msnm). La base de la pared se encuentra a 980 msnm y el punto donde termina la pared se encuentra a 1.880 msnm. Movilizaron en total unos 500 kg. de peso (unos 220 litros de agua, casi 1200 metros de cuerdas, comida para 6 para 15 días, dos portaledges dobles, tres cocinas, 15 bombonas de gas, tres juegos completos de Camalots (de 0,5 a 7), unos 150 mosquetones, y demás equipo técnico de escalada), todo un arsenal para escalar una pared tan difícil.
Impresionante video cascada caída Salto del Angel Venezuela
El largo más temido de la escalada fue el más extraplomado, llamado por los españoles Gálvez y Madinabeitia “Derribos Arias”, quienes en 1990 escalaron por primera vez la Cóncava del Ángel, un tramo que resolvieron estos primeros en A4 y luego los franceses en el 2006 en la segunda liberación cotaron como 7c+ muy expuesto; los brasileños cuentan; “tuvimos nuestra dosis de adrenalina, era muy extraplomada y casi imposible de proteger, superamos con niveles de 7c y A2” Para esta escalada al Tepuy, utilizaron la ayuda de los dibujos e información de las expediciones anteriores (en español, 1990, Inglés, de 2005, y en francés, 2006), la cual sigue una línea lógica de sistemas, en la cual hicieron algunas variaciones y que llamaron “Variante Brasileña”, la cual tuvo lugar después de su tercer campamento en la pared. Fue cuando hicieron una travesía de unos 35 metros y luego continuaron por un diedro hermoso, que calificaron como “El Diedro Brasileño” haciendo una tirada de 55 metros, el cual evito que hicieran dos largos de dificultad 7b+ y otro de 7b. Los brasileños explican que escalaron en libre hasta octavo (según grado de escala brasileña) y artificial de A4.
El tepuyero venezolano; Alfredo Rangel “Yupi”, fue quien apadrino a los brasileños durante la escalada al Salto Angel, les dió muchos consejos y recomendaciones para avanzar en esta vertical tan difícil, haciendo muy grata su presencia en el equipo y sumando además su arte en lo culinario. Para el currículo de Alfredo Rangel este ascenso representa su segundo a esta pared, el Yupi es unos de esos tepuyeros venezolanos que ha tenido un protagonismo importante en la escalada nacional de aventura, cuenta en su haber con el ascenso de Pizza, Chocolate y Cerveza y la Arista Yunek o Arista Raquel Welsh en el Akopan Tepui, así como también ha estado de soporte en otras expediciones de escalada en los tepuyes.
El brasileño describe su escalada: “El mayor problema que enfrentamos todos los días es la roca descompuesta, era muy difícil contar con protecciones fiables, todo era un poco flojo. Hubo momentos frecuentes de alta exposición, con una posibilidad real de caer y dudoso o imposible de proteger. En los largos más difíciles, nuestra progresión diaria fue de sólo dos largos, 25 o 30 pies cada uno. En el penúltimo día se avanzaba sólo 30 metros en un A4 terrible, que el topo del francés Arnaud Petit cotaba como 7b+ obligatorio”.
Las energías invertidas se asimilaban con la recompensa de disfrutar de algo único en el mundo, el paisaje salvaje tepuyero del Cañón del Diablo, la fantástica cortina del Salto de su lado derecho, las franjas de arcoíris, los cielos estrellados y la luna llena hacían que todo fuera espectacular, sumando un encanto especial la densa selva que se proyectaba a los pies de la montaña. Su secreto y llave para el éxito fue su merecida planificación, un equipo experimentado y unido, que nunca enfrentaron un malentendido, la sinergia fluyo todo el tiempo.
A los días fueron avisados por radio por su amigo Orlei Jr. el cual se encontraba en la base. que habían sido convocados por las autoridades de INPARQUES (Parques Nacionales) a asistir a sus oficinas en Canaima, sin negarse a ello continuaron su escalada y doce días después se presentaron para su reunión. Se presentaron ante la Guardia Nacional e INPARQUES, todos estaban sorprendidos y complacidos de la iniciativa de los escaladores, llenaron algunos informes mientras los trataron con sumo respeto y los llamaban “los hermanos de Brasil”, se entendieron vía telefónica con el Director de INPARQUES y resulto después de todo esto, que les fue retenido gran cantidad de equipos de escalada.
Waldemar Niclevicz escribe: “Poco a poco estamos recuperando los kilos perdidos, las rayas están desapareciendo, y toda la emoción que hemos presentado está siendo sustituida por una sensación de confort en nuestras almas, nos da la certeza de que todo valió la pena.” “Cierra los ojos, pero sigo sin ver el arco iris, todavía se oye el murmullo de la cascada, todavía siento el olor de Heliamphoras.” “Gracias a Dios por mi alma dolorida, la paz profunda, por darme el coraje de seguir mis propios sueños. Que nunca les falte el coraje para buscar y también a realizar sus sueños.”
En referencia a lo acontecido con el equipo retenido de la expedición, después de 17 días de soberana paliza, porque una escalada como esta se podría comparar a escalar el Everest sin oxigeno, es tremendo reto físico, no solo deportivo… cuando bajas lo menos que quieres es enfrentarte a alguien por cual y tal cosa, quieres mirar el Salto desde abajo o desde tu mente y disfrutar con serenidad de tal escalada donde analizas todo lo que ha pasado con la adrenalina guardada en el cofrecito químico. Vale la pena ser despojado de una gran parte de los equipos el cual costo años para obtenerlo, a donde va ese equipo, ¿se hundirá en los depósitos de las autoridades por tales procesos administrativos?, ¿es que vamos a seguir hundidos en el atraso? O ¿Sera mejor salir corriendo con los bolsillos llenos de retos deportivos cual prófugos de la justicia?
Un nutrido grupo de escaladores de aventura del país estamos dispuestos a dar conferencias ante INPARQUES, La Guardia Nacional, Embajadas, Centros Deportivos, o en cualquier lugar donde seamos convocados para sumar a que esta realidad cambie. Los escaladores no somos criminales, ni maleantes, muchos años necesitamos para reunir el equipo necesario para acometer nuestras escaladas y no es posible que no los quiten en menos de diez minutos.
Pareciera mucho más importante estar detrás de 5 o 6 deportistas, que sentarse de veras a pensar en la aplicación de un verdadero plan de manejo del parque, su primera medida es prohibir, ante algo que no puede controlar, no creo que esta sea la mejor opción. Creo que como comunidad de escaladores esto nos debe de llamar la atención y no solo a nosotros, sino también a los organismos competentes, todos debemos de pensar en el progreso, en el cambio de mentalidad, en el ganar ganar, en la adaptación de regulaciones en pro de la conservación y del aprovechamiento del turismo nacional, o es que tenemos que esperar ser un país desarrollado para aplicar sendos correctivos en esta materia.
Mucho nos falta por andar, no dejemos de dar pasos cada día…
Comunicado del Equipo Brasileño – Venezolano en la Cóncava del Salto Ángel 2011
Autor Cheo García
Fotografía: Waldemar Niclevicz
Fuentes: Extremos.com.br / ClimTepuyes
1 COMMENT
bil
05/04/2011 at 00:31apoyo y comparto el comentario respecto a imparquez…coincido respecto a que es mas facil para ellos detener deportistas que hacer manejo integral de parquez…es una escena mas de los organismos publicos dirigidos por por personas no comprometidas en propuesta, desarrollo y aplicacion de alternativas que redunden en el progreso social y cultural de nuestro pais…donde esta imparques cuando se queman y talan nacientes, grandes extensiones de tierra; en la caza indiscriminada??; o es que acaso unicamente el interes de estas organizaciones esta en condenar los hechos de donde se puedan obtener beneficios economicos???…
Orgjanizarnos como escaladores y ser ejemplo con nuestra accion,es como cambiaremos estas realidades de venezuela.
saludos a la escaladores venezolanos que participaron de este ascenso.