Liberaciones en el Auyantepuy Venezuela
Un equipo de escaladores británicos (John Arran, Ana Arran, Miles Gibson y Ben Heason), rusos (Alex Klenov) y venezolanos (Iván Calderón y Alfredo Rangel), culminó el pasado 5 de abril del 2005 la primera en libre de los 1.000 metros tepuyeros del Salto del Ángel, el mayor desplome y la mayor cascada del mundo, Rainbow Jambaia en el Auyantepuy.
Un muro de roca que cuenta con varias aperturas, pero casi todas comienzan en el hombro de la izquierda, a mitad de la pared, sólo una surca toda la pared. Anteriormente todas las tentativas de repetición habían acabado en fracaso, aparte de los problemas que supone una apertura en esta pared, hay que añadir los derivados de la logística y el acceso. Primero un vuelo de dos horas en avioneta para llegar a un remoto pueblo indígena. Después, pasarse tres días en una canoa por el río Churrun. El esfuerzo está vez sí tuvo premio, que la cordada internacional ha bautizado como Rainbow Jambaia en el Salto Angel del famoso tepuy Auyantepuy. El equipo tardó 19 días en completar la ruta, fijó los 400 primeros metros y, en el ataque definitivo, pasó 14 noches seguidas en la pared antes de salir hacia la cumbre llevando todo su equipo, alimento y agua con ellos. De los 31 largos que conformaron la ruta del tepuy, la mitad se cotaron por encima del E6 británico, y nueve de E7, cinco de los cuales fueron superados a vista.
La segunda liberación de Rainbow Jambaia fue realizada el pasado mes de marzo y fue integrada por Arnaud Petit, Stephanie Bodet, Nicolas Kalisz, Toni Arbonés, el venezolano Igor Martinez, y Evrard Wendenbaum, pasaron 16 dias y 13 noches en la roca, y cargaron con mucho equipo y 180 litros de agua. La idea era seguir los pasos del primer equipo en liberar el tepuy el año pasado. Con Arnaud Petit y Nicolas Kalisz encargados de las tiradas más duras (diez, con grados entre el 7c/7c+ y el 7b), se resolvieron tres de ellas a vista (grado E7 inglés, por Arnaud, largos 10, 24 y 28), mientras que se abrieron dos nuevas variantes en las tiradas 15 y 13, ésta última realizada por Nicolas al equivocarse de recorrido. Así, el saldo final de esta segunda ascenión en libre deja 4 largos de 7c/c+, 4 de 7b+, y 5 de 7b, los más expuestos y peligrosos, y el mismo número de 7a/7a+ y 6c/7a. Todo sobre una «vía de alta exposición, con roca mala para el libre, protecciones más dudosas conforme más difíciles eran los largos, mucha humedad y mosquitos…», aclara el propio Toni Arbonés, quien lideró alguna de las espeluznantes tiradas de 7b. «Estres… y qué te voy a contar, es una de las paredes más impresionantes del planeta, y estamos contentos de haber tenido nuestras pequeñas dosis de aventura, y haber salido con vida».
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